Tras su llegada a la Nueva España, La Garduña siempre oculta en las sombras, conoció rumores sobre un inmenso poder oculto en el Cerro de San Pedro, un secreto ancestral enterrado bajo las minas recién abiertas. 

Cuando un evento inesperado desató fuerzas más allá de la comprensión humana, Manuel de Regil, un infiltrado de la orden, notificó de inmediato a su máximo líder ; Josué de Mexia. 

Movido por la ambición y el deseo de poseer lo que otros temían, reunió a los miembros más ilustres de la secta y emprendió un viaje que cambiaría el destino de la hermandad para siempre.